Update 40:  04/12/2017  Tribute to Moebius new adds:

   Presentando a  Alejandro Ortega



Teniente Blueberry por Alejandro Ortega

Esta semana visita nuestro blog el dibujante nacido en Barcelona pero Almeriense desde los 4 añitos de edad en que regresó a la tierra natal de sus padres. Este año ha sido el encargado de crear el cartel de las jornadas de cómic de Almería, con un magnífico dibujo que engloba un montón de personajes de cómic (hay algo de Moebius también...).

Y aquí tenemos una magnífica colaboración de su cosecha, un teniente Blueberry cabalgando con estilo propio, un gran homenaje que Alejandro ha querido crear por su admiración a Jean Giraud. Ha querido también concedernos una entrevista, que podemos encontrar al final de este post.

Alejandro, nacido en 1970, es licenciado en Bellas Artes en la especialidad de Diseño Gráfico por la Universidad de Granada. Como leeremos a continuación, ha tocado todos los palos en el mundo de la ilustración; estamos ante un profesional muy polivalente y con muchos años de buen trabajo a sus espaldas.

Acumula más de 20 años de experiencia en el mundo publicitario trabajando para varias empresas del sector en la realización de ilustraciones, cómics publicitarios, storyboards, animaciones, diseño de mascotas, cómics publicitarios, planos, carteles, logotipos, folletos, maquetación, clipart...aparte de colaboraciones con prensa, ilustraciones en libros, trabajos por encargo y trabajos de toda índole.


"Su versión del Capitán Perrillo de Juanma Beltrán"

Destaca también su labor en TV, con dos años de experiencia como animador e intercalador en series de dibujos animados en el mercado anglosajón con series como “Fantomcat”, “Captain Star”, “Sooty” y en el español con “Las 3 Mellizas”.

También le podemos conocer por la publicación de las tiras humorísticas “Federo, estudiante de primero” en varios medios digitales y de prensa.



"Federo", estudiante de primero

Publica cómics con la asociación de dibujantes almerienses “La Duna” desde el año 2004 hasta la actualidad con su nueva revista “Versión imposible” de la que se han publicado 3 números hasta la fecha.


Revista "La duna"

Por último, tiene como profesión actual la docencia, como profesor de educación secundaria desde el año 2005 en las asignaturas de plástica y dibujo técnico.



Esta es nuestra interesantísima entrevista a Alejandro Ortega:

- TBE: ¿cual ha sido tu mayor influencia artistica y cómo ha evolucionado tu manera de dibujar?

Influencias artísticas tengo miles. Desde Velázquez, Goya, Lautrec o Schiele en pintura. Billy Wilder, Steven Spielberg, John Carpenter o Berlanga en cine. Michael Ende, Julio Verne o H.G Wells en literatura. Tex Avery, Chuck Jones, Bill Plympton o Glen Keane en animación, y así podría seguir horas.

Pero centrándonos en el dibujo de cómic, realmente una de mis máximas influencias son Giorgio Cavazzano y Massimo de Vita, autores que descubrí que se llamaban así bastante más tarde que cuando empecé a leerlos, pero cuyos dibujos de series Disney en Don Miki ya me embelesaban cuando era niño y fueron una gran fuente de inspiración más tarde en mi época de animador (por otro lado, una gran escuela de dibujo la del mundo de la animación, en ella aprendí mucho de lo que sé).

De los autores de humor “brugueriles” que más me han influido encabezan la lista Vázquez, Raf, Jan, los hermanos Fresno, Cera, Ramis e Ibáñez, por supuesto.

Y en el pódium de la lista de los grandes autores que más me han marcado y que son una constante fuente de inspiración en todo lo que hago, aparte de Moebius, mi santísima trinidad son Carlos Giménez, Will Eisner y Peyo. Seguidos de cerca estarían Uderzo, Franquin, Jack Davis, Enrique Ventura, Luis Bermejo, John Romita, Toriyama, Vatine, Walt Simonson, Mazzucchelli y un larguísimo etcétera. De todos estos autores siempre he buscado y me han fascinado la expresividad, dinamismo y depuración de la línea, características de las que son grandes maestros todos.

Más tarde he intentado asimilar estas características de sus estilos para llevarlas a mi terreno y convertirlas en propias. Todavía ando en ese camino de evolución, porque uno no deja de aprender nunca.


Alejandro Ortega en plena faena


- TBE: ¿Cuales son los artistas gráficos actuales que más te gustan?

Me encantan Kyle Baker, Alessandro Barbucci, Bryan Lee O'Malley y Jeff Smith con ese estilo tan deudor del mundo de la animación (la cabra siempre tira al monte). También me gusta mucho la síntesis de dibujo que consigue Brüno.

Por otra parte los americanos Sean Murphy y Paul Pope me alucinan, son tremendos…tan viscerales. Y de los españoles me gusta mucho desde siempre Miguelanxo Prado (todo un clásico) y de los nuevos autores, Guarnido, Pau, Munuera, Toledano, Walta y Fontdevila son seis dibujantes muy, muy grandes.

Y sobre todo me gusta todo lo que hace mi paisano, el almeriense de El Ejido, Fran Carmona un dibujante portentoso y un auténtico genio del humor, que junto a su siempre excelente guionista Santiago Girón son autores de “Horizonte Azul, “Operación Gorrión” o “La Oveja Samurai”.

- TBE: ¿Cuál es tu técnica preferida a la hora de dibujar y colorear?
 
La técnica que uso es muy tradicional, he probado a dibujar con una paleta gráfica pero no me convence el resultado que le saco, todo queda muy poco orgánico y muy frío, aunque reconozco que hay gente que hace maravillas con ellas pero yo prefiero mi fiel lápiz HB. 

Lo que más me gusta y con lo que más disfruto, como he dicho antes, es dibujando a lápiz. De hecho suelo terminar quizás demasiado los bocetos a lápiz, porque una vez que empiezo a garabatear entro en una especie trance y no puedo parar hasta que he dibujado hasta el más mínimo detalle. Normalmente suelo trabajar los bocetos en un formato pequeño, soy un dibujante miniaturista casi, no sé por qué es, pero me gusta trabajar en pequeño. 

Y para entintar uso de todo: rotuladores calibrados, rotulador pincel tipo pentel, boli bic negro, pincel… todo ello dependiendo del tipo de trazo o de grosor que quiero conseguir. 

El coloreado desde que lo descubrí, lo hago con ese magnífico invento llamado Photoshop porque ahorra muchas horas de sufrimiento para los que no tienen especial facilidad con el color, como es mi caso. Y permite trabajar por capas, corregir errores con un simple atajo de teclado y usar muchos trucos que quedan muy resultones como las tramas, las texturas de fondo o los degradados…una verdadera maravilla. 

También me gusta últimamente trabajar el color digital con paletas limitadas de muy pocos colores con las que se consiguen resultados muy frescos y “poperos”.  


"Tomatoman, un cómic alimenticio y nunca mejor dicho"

- TBE: Viendo el conjunto de tu carrera profesional, ¿Tienes alguna "espina clavada" que quisieras quitarte, como trabajar con algún artista en concreto, o trabajar para alguna editorial, o en algún campo profesional que no hayas explorado?
 
Mi carrera profesional desde que empecé a ganarme la vida con el dibujo ha estado más centrada en la ilustración que en el cómic, por lo que debería de tener mil espinas clavadas en este medio, pero realmente creo que siempre he hecho lo que he querido hacer en el mundo del dibujo y ser profesional del cómic,  si lo pienso con detenimiento, nunca ha sido una de ellas. 

Respeto mucho a los dibujantes de historietas porque ser profesional del mundo del cómic es algo muy complicado y muy mal pagado para todo el esfuerzo que requiere. Y yo realmente no me considero un dibujante de cómics, digamos que soy un dibujante al que le gusta hacer cómics, que aunque se parezca o suene parecido es algo totalmente distinto. Dibujo historietas para divertirme y sin pretensiones de ganarme la vida con ello ni de quitarles el pan a los verdaderos dibujantes profesionales de tebeos. El cómic lo veo más como una afición que como un trabajo y más como está el patio en la actualidad, porque hoy por hoy no se puede vivir de esto a no ser que seas muy productivo, estés muy bien relacionado o seas un auténtico genio. 

En cualquier caso creo que las espinitas clavadas y las frustraciones de la vida son solo malas pasadas que te pretende jugar la mente y a las que hay que acallar materializando nuevos sueños y proyectos que las superen. 

Pero siguiendo con la espinita, mejor llamémosle proyecto soñado o esa cosa que siempre he querido hacer…puestos a fabular y a soñar con proyectos imposibles me gustaría ilustrar un guión de Goscinny de aventuras espaciales y que los fondos los dibujara y coloreara Azpiri, pero como no va a poder ser porque tristemente estos dos genios ya nos dejaron, me tendré que poner yo manos a la obra con esa historia intentando hacer ambas cosas y además terminar otra historia menos faraónica con la que también ando liado.


- TBE: ¿En qué momento de tu carrera te has sentido más cómodo trabajando y con más libertad creativa?
 
Sin lugar a dudas ahora. En estos momentos disfruto mucho de todo lo que hago y el único límite lo marco yo. 

Aparte también de que la experiencia es un grado. Son muchos años dibujando y ahora puedo afrontar proyectos más ambiciosos, escribir guiones y desarrollar tramas más complejas, y dibujar lo que me apetezca sabiendo que el resultado final va a llegar como poco a buen puerto. 

Creo, sin pecar de pretencioso pero huyendo de la falsa modestia, que he alcanzado gran madurez en el dibujo y en el dominio de contar historias. Y cuando uno domina la situación solo tiene que dejarse llevar ante cualquier cosa que se proponga hacer. Eso sí, como decía al principio, sin perder nunca de vista tus limitaciones…pero también sin miedo ni pudor a experimentar y a extralimitarte cuando te lo pida el cuerpo.


TBE: ¿Qué opinas del formato digital en el cómic o en publicaciones digitales como revistas y fanzines, (con la amenaza constante de las descargas piratas masivas) y como va a afectar a la supervivencia de los autores y la industria? 

Yo, que ya peino canas, he conocido desde siempre los tebeos, los cómics y los mangas en papel. Y compro historietas en papel porque aparte de la simple lectura me gusta el objeto físico, me gusta oler sus páginas y sentirlo en mis manos mientras lo leo. Pero hace relativamente poco compré una tablet cuyo fin exclusivo es leer cómics digitales, y así poder tener acceso a obras descatalogadas que no se han vuelto a publicar en años y que se comparten en internet con el fin de difundirlas y mantenerlas vivas. También he leído algunas obras creadas expresamente para leerlas en digital y que han sido concebidas en el formato horizontal y panorámico de la pantalla digital como “The Private Eye” de Brian K. Vaughan y Marcos Martín en la plataforma Panel Syndicate. 

Creo que los dos formatos son compatibles y pueden convivir simultáneamente, aunque sigo teniendo la idea de que lo digital es de consumo rápido, de usar y tirar y el papel está hecho para perdurar. De hecho cuando una obra digital tiene éxito, asciende de nivel y se eleva de categoría si se publica en papel por el simple hecho de pasar de ser virtual a ser real y tangible. 

Creo que ahora se publican y se venden más cómics que nunca, tanto en papel como en digital. Y también que el porcentaje de gente que compra cómics se mantiene estable desde hace años. Pero con tanta oferta y variedad como hay y la misma cantidad de compradores, los beneficios se dividen y cada título al final vende menos, por lo que las tiradas son más pequeñas y limitadas. Así se vende mucho pero no de un mismo título sino en general. Es cierto que hay descargas piratas, pero el público comprador de antes de la piratería sigue comprando. Quien solo descarga y no compra nada o compra menos, es el mismo que antes de la piratería no compraba nada en papel o compraba menos. 

La piratería es un mal menor para el autor porque su obra finalmente se difunde aunque no cobre royalties, y esa es la parte mala de la historia. Aunque el verdadero mal creo que es otro, precisamente ese, el de los royalties. La supervivencia de los autores pasa más por aumentar su porcentaje de beneficio en la venta de cada cómic antes que por tener en cuenta otras consideraciones. Teniendo en cuenta los precios de risa a los que se paga cada página desde hace años y el minúsculo trozo del pastel que se lleva el autor del precio final del cómic, lo milagroso es que todavía queden autores de cómic, que en una actitud suicida, casi masoquista y por amor al arte siguen al pie del cañón. 

Si el entramado industrial del cómic, léase editores, distribuidores y tiendas, bajaran sus márgenes y los cedieran en un acto de fé y amor al 9º arte a favor del autor, otro gallo cantaría. Sé que esto es un pensamiento tremendamente romántico y utópico, porque esto no deja de ser un negocio donde todo el mundo quiere ganar lo máximo posible. Pero teniendo en cuenta que sin autores no hay cómics, creo que la industria debería de cuidar un poco más a su mano de obra, en definitiva a su materia prima y tener una actitud más de mecenazgo, más proteccionista y menos empresarial…en fin, soñador que es uno. 

De todos modos los autores han tomado cartas en el asunto y ahora venden sin intermediarios (o con menos) en proyectos de crowdfunding o en plataformas digitales como Panel Syndicate o Patreon. Los tiempos están cambiando, eso es un hecho.


 Cartel de las jornadas de cómic almeriense 2017

- TBE: ¿Vais a continuar con la publicación de Versión Imposible, y a qué ritmo?

Tras varios años y la publicación de 14 números de la revista “La Duna” creada por la asociación de dibujantes de cómic de Almería del mismo nombre, fue cuando nació “Versión Imposible”, una revista en la que cada dibujante y guionista debía dar su particular versión de un mismo personaje creado por algún dibujante de la asociación. 

Desde que surgió esta propuesta, la asociación fijó una cadencia semestral de esta revista y en principio va a seguir así. Siempre se podría publicar más, pero un par de números al año es una cantidad más que aceptable, que se puede mantener sin agobios y sin quemar la idea teniendo en cuenta que la venta de un número sirve para costear el siguiente y que los que hacemos esta publicación en realidad lo hacemos por amor al arte y tenemos que robarle tiempo a nuestro ocio para sacarla a la luz. La revista continuará mientras no se nos agoten los personajes y las ideas o temáticas a tratar en cada número y sobre todo mientras los autores que participan sigan implicados con tantas ganas e ilusión en el proyecto como lo están ahora.

- TBE:  Licenciado en Bellas Artes y profesor de Plástica, ¿Que te aporta tu labor docente? ¿Alguno de tus alumnos ha decidido orientar su carrera hacia la ilustración?

Yo nunca quise ser profesor de dibujo pero todo lo que pasaba a mi alrededor (el hecho de impartir cursos de cómic o de dar talleres de ilustración infantil) no paraba de darme señales de que eso era lo que debía hacer, o tal vez de que era mi fatal e irremediable destino, jajaja…eso nunca lo sabré. 

El caso es que finalmente acabé, entre otros trabajos, siendo profesor de Plástica de la ESO. Y aunque no todos los alumnos a los que doy clase responden igual a mis enseñanzas ya que muchos de ellos están en tus clases de dibujo obligados (de ahí la “O” de “Obligatoria” de las siglas “ESO”), formar al resto de niños y jóvenes que sí tienen tus mismas inquietudes y en los que te reconoces cuando tenías su edad, es tremendamente gratificante. Ver como mejoran, evolucionan y aprenden, observar día a día como absorben tus consejos y como te sorprenden con sus propios logros es algo maravilloso. 

En algunas ocasiones incluso se invierten los papeles de profesor y alumno, y te dan auténticas lecciones de espontaneidad y frescura que luego incluso tú puedes aplicar en tu propio trabajo. Porque el hecho de tratar con jóvenes a diario es renovador y rejuvenecedor. Te hace compartir esa fuerza vital y esa capacidad de fascinación por lo nuevo que tienen y sobre todo saber cómo se siente y se vive en la calle en la actualidad y no en tus manidos esquemas en los que das siempre vueltas en círculo sobre lo mismo. 

He tenido varios alumnos con mucho talento que han enfocado sus carreras a disciplinas artísticas y cuando los vuelves a ver al cabo de los años y te cuentan lo que están haciendo te enorgulleces enormemente, y ellos te agradecen las clases que les diste. Aunque yo siempre les digo lo mismo (algo en lo creo firmemente): “Todo el mérito de lo bueno que te está pasando o te va a pasar en el futuro es totalmente tuyo, no mío”

- TBE: ¿Qué nos puedes decir de tu trabajo actual? ¿Tienes en mente algún proyecto a medio y/o corto plazo?

Pues como comentaba en una respuesta anterior, la de “la espinita clavada”, tengo dos nuevos proyectos en desarrollo, uno está en pañales y es una space-opera en toda regla y que está en fase de guión, diseño de personajes y escenarios. Pretende ser un álbum muy a la europea de 48 páginas en color. Será una historia cerrada llena de fantasía, aventuras y humor. 

El otro, bastante más avanzado y en el que ando liado desde hace tiempo será un álbum de tiras cómicas en formato dominical apaisado. Donde he mezclado en un extraño coctel las historietas de una página en bitono que publicaba Bruguera, los cortos de la Warner de Chuck Jones y el diseño de personajes de Hanna Barbera…a ver lo que sale, a mi me encanta como está quedando. 

Y por último otro proyecto eternamente pendiente es terminar de una puñetera vez mi página web personal con muestras de trabajos que siempre dejo en la última posición de la lista de tareas pendientes. 


"Sol Rojo - Fuego, versionando la obra de Raúl Moreno"


- TBE: ¿Cuáles son tus recuerdos / relaciones / influencias con Jean Giraud y sus obras de arte?

El recuerdo más intenso que tengo sobre Jean Giraud se remonta a cuando pude conocerlo en persona estando yo estudiando Bellas Artes en Granada. 

Vino a hacer un curso y dar una charla invitado por la Facultad y fue todo un acontecimiento y un hito que no se volvió a repetir nunca más. El salón de actos donde tuvo lugar esta charla estaba lleno a rebosar de estudiantes, entre ellos con su carpeta debajo del brazo llena de muestras de páginas de cómic que habían llevado para enseñarle, los hoy profesionales de la historieta Sergio García y José Luís Munuera, que además era por aquel entonces mi compañero de clase y amigo de inolvidables correrías estudiantiles. 

La charla fue memorable, Giraud en perfecto castellano con cierto acento chileno contó a una audiencia totalmente entregada anécdotas de su vida, su manera de ver el mundo, el dibujo y la historieta y las claves de su proceso creativo, incluido el peyote que le abría la mente en sus colaboraciones con mi tocayo Alejandro Jodorowsky, anécdota esta que puso bastante nervioso al decano y autoridades que asistieron a la charla para risa generalizada de los estudiantes que disfrutaban de lo lindo de la “tensa” situación. 

Pero aparte de esta anécdota universitaria, mi conexión con el universo de Giraud empezó cuando cayó en mis manos un Métal Hurlant donde pude ver las primeras páginas de “El Incal”. En especial llamó mi atención la mítica viñeta de imposible perspectiva en la que su protagonista John Difool cae en un abismo de arquitecturas futuristas.

Desde aquel momento yo también caí irremediablemente en el abismo sin fin del trazo mágico de Moebius, porque hay que decir que yo soy más de Moebius que de Giraud, aunque Blueberry sea una maravilla sin discusión y me encanta (a quién no), creó que Giraud explota como genio y lo descubrimos como el fascinante autor que realmente es, cuando se convierte en su alter-ego Moebius. De hecho, mis obras favoritas de toda su producción son las que firmó bajo el seudónimo de Moebius y son las que más revisito, pues su lectura y visionado es totalmente inspirador cada vez que me asomo a ellas. Van desde el antes mencionado “Incal” pasando por esa pequeña maravilla y obra maestra llamada “The Long Tomorrow” o la fascinante “Arzach” y terminando por “El garaje hermético”…palabras mayores. 

También es mítica para mí su colaboración con Stan Lee haciendo esa peculiar y genial versión de Silver Surfer llamada “Parábola”. Moebius marcó un antes y un después en el mundo de la historieta como David Bowie hizo en el de la música, dos genios cuya obra absolutamente vanguardista no envejece por años que pasen desde que se concibió. 

De este grandísimo autor francés me gustan en especial su trazo, toda su imaginería y los mundos que creó y también su planificación secuencial, su manera de elegir los encuadres y su puesta en escena que teje una narración tan fluida, mágica y envolvente como inimitable.

Alejandro, ha sido todo un descubrimento conocer tu trabajo y te agradezco enormemente que hayas conseguido un hueco para colaborar con este humilde homenaje a Moebius, compartiendo anécdotas y puntos de vista muy interesantes sobre la escena del comic actual y sobre tus influencias y proyectos. 

Esta es tu casa y puedes contar con este blog para promocionar tus futuras publicaciones.

Un gran saludo y mucha suerte!!!